Los tumores en la piel corresponden a un crecimiento anormal en el tejido, que pueden ser de naturaleza maligna (cancerosos) o benigna (inocuas). Morfológicamente se presentan como pápulas lisas, nódulos, lesiones queratóticas o quísticas con un crecimiento lento; por su parte, los tumores malignos se manifiestan mediante placas o nódulos solitarios, irregulares y de rápido crecimiento, con tendencia a ulcerarse. Algunos surgen imprevistamente, pero en otros casos puede originarse de un tumor benigno preexistente. Aunque la agresividad de los tumores varia significativamente, las características más destacadas de los tumores malignos tiene que ver con un crecimiento ilimitado, en muchos casos de rápida velocidad, la infiltración de tejidos circundantes, aumento de la mitosis, la atipia celular y sobretodo la potencialidad de producir procesos metastásicos.
Para el manejo de las cicatrices contamos con tratamientos especializados como Nanopore o terapia de microagujas, los cuales están dirigidos a la formación de micro orificios en la piel, para favorecer la permeabilidad cutánea; así se facilita el transporte de activos eficaces, que viajan a través de las capas más profundas del tejido, permitiendo estimular el proceso de reparación cutáneo.
En cuanto a marcas de acné más severas, ofrecemos otras alternativas que involucran el manejo del equipo Erbio, una completa plataforma, ideal para tratar cicatrices de cualquier índole; su método de acción trabaja a partir de una ablación controlada, generando en la piel un fenómeno inflamatorio, que permite la estimulación de colágeno y elastina, para propiciar la regeneración cutánea. La textura de la piel mejora significativamente y las imperfecciones se hacen menos evidentes.
Asimismo, otras alternativas de tratamiento para cicatrices más pigmentadas pueden involucrar un manejo con peelings de diferente composición, en función de las necesidades de cada paciente.
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