Las enfermedades ampollosas corresponden a un grupo de patologías en las que por error los anticuerpos atacan las proteínas que son esenciales para que las capas de la piel se adhieran, causando ampollas que afectan principalmente la piel, las mucosas y las membranas de muchas superficies internas del cuerpo. Por esta razón, los síntomas asociados pueden variar en función de la localización de la ampolla, algunas manifestaciones pueden presentar sangrado gastrointestinal, dificultad para tragar e incluso para respirar.
Estas ampollas al estar más extendidas, se caracterizan porque sanan más lentamente en comparación a las ampollas causadas por quemaduras leves, fricciones o lesiones. Aunque mujeres y hombres suelen ser afectados por igual, generalmente las enfermedades ampollosas se desarrollan en adultos de mediana edad, pero también hay incidencia en pacientes de cualquier edad, incluso en niños.
Existen distintas enfermedades ampollosas autoinmunes, entre las cuales se destaca pénfigo, penfigoide, dermatosis mediadas por IgA y epidermólisis ampollosa adquirida, con más subtipos derivadas de las mismas.
El estándar de las pruebas de diagnóstico para las enfermedades de la piel con ampollas autoinmunes incluyen la exploración física del paciente, biopsias de una de las lesiones o mucosas, estudios de biología molecular y diagnósticos de tipo inmunológico. Un diagnóstico preciso y específico es requisito esencial a la hora de emitir un pronóstico confiable y así seguir un protocolo definido y continuo; este puede involucrar medicamentos con efectos a nivel antiinflamatorio e inmunosupresor.
Para el manejo de las cicatrices contamos con tratamientos especializados como Nanopore o terapia de microagujas, los cuales están dirigidos a la formación de micro orificios en la piel, para favorecer la permeabilidad cutánea; así se facilita el transporte de activos eficaces, que viajan a través de las capas más profundas del tejido, permitiendo estimular el proceso de reparación cutáneo.
En cuanto a marcas de acné más severas, ofrecemos otras alternativas que involucran el manejo del equipo Erbio, una completa plataforma, ideal para tratar cicatrices de cualquier índole; su método de acción trabaja a partir de una ablación controlada, generando en la piel un fenómeno inflamatorio, que permite la estimulación de colágeno y elastina, para propiciar la regeneración cutánea. La textura de la piel mejora significativamente y las imperfecciones se hacen menos evidentes.
Asimismo, otras alternativas de tratamiento para cicatrices más pigmentadas pueden involucrar un manejo con peelings de diferente composición, en función de las necesidades de cada paciente.
Y sé el primero en recibir nuestras publicaciones e investigaciones